Historia

Nos encontramos a finales del mes de mayo de 1949, Petrer, un pueblo cercano a los 6.000 habitantes, va creciendo poco a poco a medida que va consolidándose la industria del calzado en detrimento de los talleres alfareros y del tradicional sector agrario.

La villa vuelve a sus quehaceres diarios tras el paréntesis producido por la celebración de las fiestas patronales dedicadas a Sant Bonifaci, Màrtir. Cae la tarde y un grupo de amigos y además festeros, se encuentran reunidos en el conocido café Gran Peña, situado en la calle José Perseguer, esquina con la calle Gabriel Payá. Su conversación versa en torno a las incidencias ocurridas en las pasadas fiestas de mayo, ellos son: José Navarro Román, componente de la comparsa de Estudiantes, Luis Vera, Marino, y Eliseo Payá Andreu, Moro Viejo. Entre discusiones y debates, mostrando siempre su entusiasmo por la fiesta, consideran que sería bueno crear una nueva comparsa, que sería de moros al haber sólo una, frente a cuatro cristianas como eran, los veteranos Flamencos, seguida en antigüedad por los Marinos, cuya participación en la fiesta se documentaba desde finales del siglo XIX. Mucho más reciente era la fundación de la comparsa de Estudiantes, en 1930, siendo la bisoña de la fiesta de Moros y Cristianos la comparsa de Labradores, que desfilaron por primera vez en 1946. Vistas así las cosas toman el firme compromiso de crear una nueva comparsa, a la que denominan Moros Nuevos para diferenciarla de la única comparsa de moros que había. Ya que a finales de la década de los años veinte, entre 1928-1929, salió a la fiesta en el bando moro la comparsa de los Turcos, pero no corrían buenos tiempos, el trabajo flojeaba y las condiciones sociopolíticas de la nación no eran las más adecuadas: guerra con Marruecos e inestabilidad política con la caída del gobierno de Primo de Rivera. Incluso dentro del gobierno municipal hubo quien planteó en un pleno municipal, la supresión de las fiestas de Moros y Cristianos, al considerarlas un agravio y triste recuerdo para algunos vecinos de la villa y de poblaciones vecinas que habían perdido algún familiar luchando en el frente de Marruecos. La solidaridad de nuestro representante municipal era reconocida por los demás miembros de la corporación, pero también decían que la fiesta la organizaba la Unió de Festejos, y que el Ayuntamiento sólo les ayudaba en una subvención, que ese año de 1928, fue de 1.125 ptas. Por otro lado el pueblo estaba esperando con ilusión la llegada del día de San Bonifacio, por lo tanto, por unanimidad se acordó no tomar en consideración la propuesta de suspender ese año las fiestas de Moros y Cristianos.

Café Gran Peña

Pero volvamos a la década de los años cincuenta. El sentimiento festero y responsabilidad de José Navarro, Luis Vera y Eliseo Payá, les lleva a comprometerse seriamente en la creación de la nueva comparsa, su primer objetivo fue contactar con personas no vinculadas a la fiesta para entusiasmarlas en el nuevo proyecto, cosa que al parecer lograron en cuanto que el 15 de agosto se reúnen en casa de José Navarro, en asamblea general, 27 personas que fueron: José Navarro Román, Ricardo Villaplana Vera, Rafael Morán Brotons, Luis Vera Brotons, Eliseo Payá, José Leal García, Daniel Olmos Mollá, Santiago Amat Poveda, José Poveda Valdés, Vicente Olmos Mollá, Ventura Sarrió Cortés, Ernesto Ferrándiz Aracil, Gaspar Verdú Bernabé, Antonio Giménez, Joaquín Martínez, Vicente Poveda Maestre, Francisco Guillén, Matías Bernabé, Joaquín Vera, Juan Fernández, Manuel Romero, Ricardo Fernández, Manuel Amat, Francisco Ferrándiz, José Silvestre, Pedro Iborra, Rafael Navarro y Helios Fernández. Se proponen los nombres para formar la Junta Directiva que queda compuesta de: presidente, José Navarro; tesorero, Ricardo Villaplana; vocales, Luis Vera, Santiago Amat y Rafael Morán. El segundo punto a tratar es la denominación de la comparsa, a propuesta del presidente y en función del traje que en principio se quiere hacer, se propone el de «Moros Marroquíes», que se aprueba por unanimidad. Otros asuntos tratados fueron, comunicar la creación de la nueva comparsa a la Junta Central de Comparsas para poder participar en las fiestas de Moros y Cristianos y delegar en la junta directiva la manera de recaudar fondos, así como realizar las gestiones para la confección del traje, armamento, etc., necesario para participar en la fiesta. De esta manera, comienza la andadura de la nueva formación festera, haciendo su presentación pública el día 15 de mayo de 1950.


Tras la celebración de la misa de gracias, bajan por la calle de Sant Bonifaci, arropando a los cargos festeros que eran: Laurita Fitos, la abanderada, José Navarro, el capitán y la niña Reme Vera, la rodela. Llevando como enseña la bandera que había pertenecido a la desaparecida comparsa de los Turcos, y que para esta ocasión había sido cedida por Pablo Maestre, ya que como sabemos la bandera es el símbolo y elemento de identificación de toda agrupación. Hasta llegar a ese día del mes de mayo, se habían sucedido muchos días de trabajo, reuniones, viajes a Caudete, a Alcoi, para ir perfilando el tipo de indumentaria y armamento que iba a lucir la nueva formación. Se redactan los estatutos de la comparsa, se presenta por José Navarro el boceto del traje que llevarán en la fiesta. Se realizan todas las formalidades necesarias ante la Junta Central de Comparsas. Como representantes de los Moros Marroquíes son elegidos Ricardo Villaplana y Luis Vera. Al ser la nueva formación admitida en la Unió de Festejos, se adquiere el compromiso de hacerse cargo del pago de la parte proporcional que le corresponde pagar a cada comparsa por la construcción del nuevo castillo para las embajadas. Se inauguraba ese año de 1950. Se había construido en Alcoi y su coste fue de algo más de 42.000 ptas. Como vemos, un año intenso sobre todo para los miembros de la Junta Directiva, pues sobre ellos recaía la mayor parte de las gestiones con la aprobación unánime de los miembros de la asamblea. Por ello, José Navarro que había sido elegido primer presidente de la comparsa tuvo que renunciar al cargo por incompatibilidad con el de presidente de la Junta Central. Pasó a la vicepresidencia, siendo Ricardo Villaplana el nuevo presidente, Rafael Morán pasa a secretario. Personas que a poco que hagamos memoria hemos visto siempre vinculadas a la comparsa de Moros Nuevos, de sus casas han salido capitanes, abanderadas y rodelas, e incluso estas últimas, con el paso del tiempo también han sido abanderadas.

Pero, ya llega la primavera del nuevo año y con ella se aproxima el momento de desfilar al compás de las marchas moras en las fiestas de Sant Bonifaci, para algunos comparsistas es la primera vez que participan en un desfile de Moros y Cristianos, quieren hacerlo bien, de ahí que son muchas las noches que acuden a los bajos de la casa de Pepe Caixa para hacer los ensayos, no se olvidan de cómo deben de llevar el armamento y, como no lo tienen, unas escobas hacen el mismo efecto. El 12 de mayo se rompe el fuego. El capitán, José Navarro, la abanderada Laurita Fito, y la rodela, que será Carmen Brotons, inician el desfile acompañados de los nuevos comparsistas luciendo su flamante y nuevo atuendo, compuesto de blusa y falda larga, blanca con decoración a base de motivos epigráficos de caracteres arábigos, faja verde con borla roja, que anudada a la cintura caerá al lado izquierdo, se cubren la cabeza con un turbante blanco con casquete y borla roja, cubriéndose con una capa que cae desde los hombros, también blanca, las medias y manguitos son marrones. El traje diseñado en concordancia con la denominación tomada Moros Marroquíes, tenía como modelo el traje de los Moros de Caudete. De hecho, como dato curioso, el primer traje que saco a la fiesta José Navarro, era del padre de José Luis Torres Andreu, que era de Caudete. El armamento se componía de un escudo redondo decorado con siete salientes en forma de media luna, en dorado y una lanza. A juzgar por las felicitaciones recibidas reflejadas en el libro de actas, la incorporación de la nueva comparsa de moros, fue todo un éxito, contribuyendo a darle mayor realce y brillantez a nuestra fiesta de Moros y Cristianos. La banda de música que les acompañó era de Camp de Mirra. Al año siguiente, se termina de completar el traje con la confección de un chaleco rojo, ornamentado con una media luna dorada, en posición creciente, situada en la espalda y en los laterales delanteros, de metal dorado serán también los manguitos y una golilla con colgantes. Este año la comparsa llevó la media fiesta y estuvo acompañada por la banda de música de Novelda, siendo el embajador José Leal García, miembro de nuestra comparsa. Siguiendo la lectura de las actas, vemos que 1953 también trae novedades al seno de la comparsa, pues su presidente, Ricardo Villaplana, notifica a la asamblea general la adquisición de una nueva bandera, que será confeccionada por el alicantino Tomas Valcárcel. Su bendición, realizada por don Jesús Navarro el Vicari, tuvo lugar en la iglesia parroquial de San Bartolomé, siendo los padrinos José Navarro y Salud Laliga. Ostentaban los cargos festeros ese año Ricardo Villaplana, Adoración Villaplana, y Mª Salud Villaplana Laliga, que sería la rodela. Fue un día muy emotivo para todos los comparsistas que estuvieron acompañados por las autoridades locales, componentes de la Junta Central de Comparsas, directivos de las demás formaciones festeras y la banda de música de Petrer, dirigida por el maestro Manuel Alemany. Los directivos de la comparsa, siempre preocupados por el engrandecimiento de la formación festera, consideran que sería conveniente sustituir la falda larga del traje, por un bombacho de color azul, una prenda más cómoda y que daría mayor brillantez a la comparsa en los desfiles. Para que ello no fuera excesivamente gravoso de la confección del traje, se encargaba Luis Vera y luego se le iba abonando una cantidad semanalmente, que se recomendaba fuera de cinco pesetas. La cuota de la comparsa era de tres pesetas semanales. En aquellos tiempos, al igual que ahora, las rifas eran un buen sistema de recaudar fondos, a ellas se recurre para la compra del cañón, que será utilizado en las guerrillas y en los alardos. En 1956, José Navarro vuelve a ostentar la capitanía de la comparsa, en esta ocasión la abanderada será su hija Pilar y la rodela su otra hija, Mª Asunción Navarro Pardines, la fiesta completa quedaba en casa. Este año se estrenó nuevo armamento, las primeras paradoras hechas a mano en casa de Pepe Caixa, serán sustituidas, saliendo por primera vez unos vistosos plumeros, que fueron pintados por los propios comparsistas. El palanquín de las rodelas (junto a Mª Asunción Navarro salió su prima Loli Leal), fue regalado a la comparsa para ser utilizado por las rodelas de los siguientes años, lo que suponía un importante ahorro económico para las familias. La fiesta de Moros y Cristianos de Petrer va tomando entidad en nuestra provincia y fuera de ella. En el mes de junio de 1957, se recibe en la Junta Central una invitación para participar en el desfile provincial con motivo de la celebración de las fiestas de San Juan. Nuestra comparsa participa con 12 componentes, entre hombres y mujeres, junto con la abanderada que ese año fue la Srta. Asunción Carpena, el capitán Santiago Amat, y la niña Marigel Amat, su hija, como rodela. La representación de Petrer desfiló con brillantez y señorío, siendo muy aplaudida en todo el recorrido, recibiendo la felicitación de las autoridades alicantinas, siendo invitados en años sucesivos. El nombre de Petrer y su fiesta de Moros y Cristianos aparecen reseñados en la prensa nacional, en la parte gráfica del artículo los Marinos representan al bando cristiano, los Moros Marroquíes (nombre oficial de la comparsa) representan al bando moro. Dentro de la organización de la comparsa se produce el relevo de la junta directiva, como presidente fue elegido Rafael Morán, vicepresidente Santiago Amat y secretario-tesorero, Ricardo Villaplana. Se presenta el boceto de la nueva farola, que será confeccionada en Valencia, en los talleres de Salvador Celda. Se trata de la reproducción a escala y en material plástico, del castillo de madera que se coloca cada año en la plaza para las embajadas, saliendo por primera vez en la procesión del día 14 de mayo de 1958. Ese mismo año se renuevan también los farolillos que se llevaban en la procesión, se retiran los de papel, sustituyéndose por otros de plástico blanco translúcido con forma de media luna. Toda fiesta popular arraigada en un pueblo, suele celebrarse en honor a un santo, santa o Virgen, en nuestro caso tenemos a Sant Bonifaci, Màrtir. Aunándose siempre a los actos religiosos, elementos lúdicos, estas dos facetas hacen posible que al tiempo que se manifiesta el fervor religioso, se desarrolle una intensa actividad lúdica festiva, a través del sonido de la música y de la pólvora. Por ello, sin duda, para la comunidad festera de Petrer, devota de su Santo Patrón, el 14 de mayo de 1959 será gratamente recordado, ya que, ese día, el obispo de la Diócesis de Orihuela, D. Pablo Barrachina, trajo las nuevas reliquias del Santo. A recibirlas fueron todas las comparsas con las autoridades a la Avenida de Joaquín Poveda, desde la fábrica de Luvi hasta la iglesia de San Bartolomé, y se hizo un vistoso desfile de honor. La custodia de las reliquias fue regalo de la familia Navarro Pardines.

La entrada en la década de los sesenta nos traerá cambios políticos y socioculturales que se verán reflejados en la fiesta. Hipólito Navarro Villaplana toma posesión de la presidencia de la Junta Central de Comparsas. Se vislumbran nuevos aires de modernización. Se redacta y aprueba el reglamento de la Unió de Festejos, y desde esta institución se convoca el primer concurso fotográfico. La comparsa de Moros Nuevos al igual que las demás formaciones festeras va haciendo innovaciones, pues el presidente Rafael Morán, en aras de darle mayor brillantez a la comparsa propone la creación de una fila de negros, sus componentes deberán ser comparsistas y correrán con los gastos del traje y de la música, que será la de Cocentaina. Los cambios en la fiesta siempre conllevan discusiones. Desde la Unió de Festejos, se propone el cambio de itinerario de la entrada del día 13, saldrá de la calle Leopoldo Pardines para finalizar en la Explanada, los Moros Nuevos votan por el cambio. La procesión de Sant Bonifaci deja también de pasar por el casco antiguo. Unos años más tarde, la Unió de Festejos tiene la feliz idea de organizar el primer Pregón de Fiestas. Se celebra en el Cine Regio, siendo el primer pregonero, como no podía ser otro, Hipólito Navarro Villaplana. Sin embargo, no fue tan afortunada la propuesta de suprimir de la fiesta la figura de la Mahoma, en esta ocasión contó con el voto en contra de la comparsa de Moros Nuevos. La fiestas de Moros y Cristianos son declaradas de Interés Turístico por la Secretaría General del Ministerio de Información y Turismo. Como promoción de la fiesta en 1967, se edita el primer díptico anunciador de nuestras fiesta, apareciendo bajo la denominación de “Fiestas Hispano Árabes”, nombre que no tuvo mucha aceptación en la población, ni entre las comparsas festeras. Siendo presidente de la comparsa Joaquín Martínez Chico de Guzmán, la entidad se hace cargo por primera vez del cuartel de fiestas. El número de festeros aumenta, creándose un consejo asesor compuesto por representantes de las filàs y antiguas directivos de la comparsa, que venían a ser los fundadores. La comparsa se va configurando en filas formadas por comparsistas afines, dándole mayor dinamismo a la formación, en su participación en los actos festeros, al confeccionarse capas nuevas y distintas para cada filà, dándose así mismas una denominación, nace la filà Zapatillas Verdes, Los Rifeños, Walíes, Negros, La Cobra, Negres Joves, filà de Negras, Moras Nuevas, entre otras, hasta alcanzar el número de 23 desfilando en la entrada del año del cincuentenario.


Se inicia una nueva década y surgen nuevos cambios en la indumentaria. La tradicional faja verde es sustituida por otra tricolor, blanca, roja y verde, de la que penden dos tiras, con borlas de los tres colores, que caen en las piernas sobre el bombacho. La filà de Negres Joves estrenan un cañón. Los Moros Nuevos, junto con los Flamencos, protagonizan los carteles anunciadores de la fiesta de Moros y Cristianos, con anterioridad, Mª Rosa Castelló, abanderada del año 1969, había sido la figura central del cartel de fiestas. La comparsa va creciendo con la incorporación de la filà de Negras que desfila por primera vez en 1971. Pero esta filà había tenido su origen el la comparsa de los Moros Viejos, de ahí que en 1987 celebrase su 25 aniversario, siendo hoy una de las filàs más emblemáticas de la comparsa. Sus componentes son mujeres dinámicas, emprendedoras y por encima de todo festeras. De su seno ha salido la primera presidenta que tuvo la comparsa, Carmela Maestre, mujer emprendedora que supo transmitir sus proyectos renovadores a la comparsa. De esta filà también ha salido la primera mujer que ha formado parte de la Junta Directiva de la Unió de Festejos, Nieves Bernabé Navarro. Muchos son los actos que han sido organizados por las Negras, de ellas partió la idea de celebrar el «Fin de Fiesta» que desde el año 91 y hasta finales de la década, se celebró ininterrumpidamente la noche del lunes tras finalizar oficialmente las fiestas. Las necesidades de la comparsa, en cuanto a disponer de espacio para guardar armamentos, banderas, palanquines, etc., es perentoria, y ante ello, la junta directiva con la aprobación de la asamblea gestiona la compra de un piso en la calle San Bartolomé nº 5. Su precio 350.000 ptas., sede social que hoy todavía tienen para el alojamiento de la banda de música oficial de la comparsa en fiestas. La fiesta también va asumiendo novedades. Se estrena el pasodoble Petrel, compuesto por el Maestro Villar, y años más tarde será el polifacético Hipólito Navarro quien le incorpora la letra, siendo hoy la composición más emblemática de nuestra población. Ese año la fiesta queda plasmada en celuloide, al realizarse, patrocinada por la Unió de Festejos, la primera película rodada en formato de 16 milímetros. Mientras tanto la música, elemento fundamental dentro de la fiesta de Moros y Cristianos, se engrandece con nuevas composiciones, el Maestro Ferrero compone la marcha mora, Marroquíes de Petrel, consiguiendo con ella un importante premio provincial. Algunas filàs de la comparsa, conocedoras de las fiestas de pueblos cercanos al nuestro, consideran que la fiesta no debe de ser sólo los tres días de Sant Bonifaci, y que durante el año se debe hacer comparsa. Por ello, las filàs Zapatillas Verdes, Rifeños y Negros Viejos, acuerdan celebrar una cena de hermandad, el sábado anterior al inicio de la fiesta. Nacía con ello las hoy populares entraetes. Otra novedad salida del seno de la comparsa, asumida más tarde por la Junta Central de Comparsas, aunque hay que decirlo, se tardó 19 años en hacerlo.

BODAS DE PLATA
La comparsa, plenamente consolidada, llega a sus bodas de plata. La Junta Directiva, bajo la presidencia de Serafín Rodríguez Payá, inicia los preparativos La cuota será de 3.000 ptas., cada fila confeccionará un banderín que saldrá en el desfile de la Entrada mora, se harán insignias conmemorativas, una revista, homenajeándose a todos los cargos festeros desde la fundación de la comparsa, presidentes, directivas, etc. La conmemoración merece hacer una nueva bandera, entre otras actividades. El presupuesto ascendía a 409.000 ptas., recaudándose sólo 394.000 ptas., quedaba un déficit de 144.561 ptas. que se cubriría con la subida de la cuota. Fue un año de actividades intensas, con actos muy emotivos como fueron los homenajes a los fundadores de la comparsa al concederles la insignia de oro con el escudo de la comparsa. Creemos sentir todavía la emoción de José Navarro, Luis Vera, Eliseo Payá, Ricardo Villaplana, Rafael Morant, Joaquín Martínez y Rafael Ramis. El compromiso tomado una tarde de mayo en el café Gran Peña, se había hecho realidad. Con la insignia de oro fueron también distinguidos el Maestro Ferrero y Serafín Rodríguez, al ser el presidente de la comparsa en ese año tan significativo. Los cargos festeros ese año de 1975, fueron ostentados por Francisco Guillén, capitán, Ana María Martínez, abanderada, Carolina Navarro Vera, la rodela. La nueva bandera se bendijo en la ermita de Sant Bonifaci el día 20 de abril, siendo los padrinos Eliseo Payá y Emma Navarro Maciá. En las entradas participaron tres músicas, la de Agres, la de Cocentaina y la de Cuatretonda, dando brillantez y colorido a la magnífica entrada que protagonizaron los Moros Nuevos. Llegaban los últimos años de la década de los setenta, años de profundos cambios sociales y políticos, que se reflejan en nuestra población y consecuentemente en la fiesta. Próximas las fiestas de Sant Bonifaci, el día 2 de abril de 1978, se inaugura la Casa del Fester. Era ciertamente un acontecimiento importante para todas las comparsas, directivos y festeros, el esfuerzo de todos durante años había dado su fruto. Pero no queremos pasar las hojas del calendario que nos llevan a una nueva década sin hacer referencia a ciertos acontecimientos dignos de ser recordados en estas páginas, como fue la conmemoración del III Centenario del Cristo en cuyos actos participó una representación de las comparsas, por sorteo de los Moros Nuevos salieron las filàs La Cobra y Walíes, junto con los cargos festeros de ese año. Las fiestas de Moros y Cristianos, por decisión de la Junta Central de Comparsas, habían pasado a celebrarse en fin de semana. Cambios que también afectan a la mujer festera al aprobarse la participación de dos filàs de mujeres por comparsa, recomendándose la confección de un traje oficial para cada comparsa. La filà de Negras, siempre innovadoras, cede en escritura a la Unió de Festejos su cuartelillo, situado en la calle Sant Rafael, 8. Se auguran años de cambio. De esta manera, se inicia una nueva etapa, en la fiesta de Moros y Cristianos participan diez comparsas, los dos bandos están equilibrados, si hasta mediados del siglo XX sólo había habido una comparsa de moros, Moros Damasquinos desde 1951 a 1974, en que definitivamente pasan a llamarse oficialmente Moros Viejos. Ahora el bando moro contaba con los Moros Marroquíes o Moros Nuevos, Moros Beduinos, Fronterizos y los últimos en incorporarse a la familia festera, los Berberiscos, quienes el día de su presentación oficial después de la misa de Acción de Gracias, bajaron de la ermita con la bandera de los Moros Nuevos, cedida por la comparsa para ese acto.


Con el inicio de una nueva década en el año 1980, la comparsa tiene nueva junta directiva presidida por Juan Manuel Corbí, y una nueva filà de chicas toma parte en los desfiles de la fiesta, se denominan Moras Nuevas. Ellas junto con los Walíes participan en los actos conmemorativos del 350 Aniversario de la Virgen del Remedio. En enero de 1982, reunidos en junta general, se toma el acuerdo de recuperar oficialmente el nombre de Moros Nuevos. La cuota de la comparsa se incrementa, se pagan 10.000 ptas., estando el presupuesto anual cercano al millón de pesetas. Como vemos, la organización de los festejos se va haciendo más compleja, contratación de varias músicas, carrozas, locales, atención a las capitanías. Para un mayor control del comparsista se acuerda hacer una insignia —cada año será distinta— que se entregará, junto al programa, días antes del inicio de la fiesta previo pago completo de la cuota. Desde 1983 a 1986 fue un Moro Nuevo, Enrique Navarro Quiles, presidente la Unión de Festejos San Bonifacio Mártir. Se celebra por primera vez la «Festa dels Capitans». No exento de polémica, un año después se le incorpora el acto de «La Rendició», representación histórica-teatral, redactada por Francisco Máñez, que tiene como marco el castillo-fortaleza de Petrer. Por las mismas fechas, se presenta el libro de Hipólito Navarro La Fiesta de Moros y Cristianos de Petrer, recopilación histórica de nuestras más que centenarias fiestas, obra obligada de referencia para todo estudioso del tema. La «Festa dels Capitans», no llega a ser asumida por muchos festeros, ni por la propia Unió de Festejos, aquí tenemos a los Moros Nuevos tomando nuevamente iniciativas y proponiendo la celebración del «mig any» festero, en ese mes de noviembre, con la organización de diversos actos que resalten la figura del capitán, en cierto modo un poco ensombrecida por la magnificiencia de la abanderada. El Ayuntamiento asume la organización de «La Rendició», con la colaboración de diversas comparsas, las filàs de Moros Nuevos están en el evento. La Unió de Festejos continúa cerrada en cuanto a darle más protagonismo y participación a las filàs de mujeres. Sin embargo, en nuestra comparsa Carmela Maestre es elegida presidenta. Nuevos proyectos e iniciativas son pronto planteados por la junta directiva, con la participación activa de todos los miembros de la comparsa. Modificación del articulado del reglamento interno de la formación festera. Se ratifica el traje oficial femenino, actualmente en uso, compuesto de pantalón azul, camisa blanca, chaleco rojo, faja tricolor y fez verde. Se aprueba la rotación de las filàs en las entradas para que todas puedan llegar a abrir comparsa y llevar música. Por primera vez se organiza un acto dedicado exclusivamente a los niños y niñas de la comparsa en la sede social de la misma. La filà de Negras, como hemos dicho, cumple sus 25 años, editando una estupenda revista. Como caso excepcional, desfiló en la Entrada mora, una filà maquillada con la cara maquillada de negro. El 11 de noviembre de 1989, se bendice en la ermita de Sant Bonifaci una nueva bandera, los padrinos son Joaquín Maestre y Dolores Martínez Sánchez. Los cargos festeros ese año los ostentaban José Cerdá, capitán, Silvia Cerdá, abanderada y la niña Marta Pascual Maestre la rodela. El número de comparsistas jóvenes va en aumento, de los niños ni hablemos, cada año en las entradas la carroza va más llena. La simiente dará buena cosecha. Pero otros, nos van dejando como fueron Eliseo Payá, José Navarro y tantos otros entrañables festeros. La comparsa cuenta con 359 socios, saliendo en los desfiles 17 filàs, de ellas 7 son de mujeres, el presupuesto supera los cuatro millones, de los que dos son para cubrir el gasto de las bandas de música que en número de cinco participan en la entrada.

La nueva década de los 90 se inició con un nuevo presidente, José María Valera. Enrique Amat, componente de la fila Negros Jóvenes es este año el pregonero, dejando en el recuerdo una inolvidable aroma de fiesta, historia y pueblo. La Unió de Festejos organiza oficialmente las entraetes, a los Moros Nuevos se les designa el día más próximo al inicio de la fiesta, en razón de haber sido los iniciadores de tan popular acto. De nuevo otro comparsista Moro Nuevo, Francisco de Paula Blasco Gascó, fue designado pregonero en aquel mítico año 92. Su disertación medida en fondo y forma ha quedado en el recuerdo de la historia. En el transcurso de los años la comparsa de Moros Nuevos ha llegado a cotas muy altas, engrandeciendo con su buen hacer la fiesta de Moros y Cristianos, sin embargo, conscientes de las pocas condiciones que tenía su sede social en San Bartolomé para el desarrollo de su intensa actividad, surge una comisión, cuya ponente fue Carmela Maestre, para la adquisición de un nuevo inmueble sito en la calle Fernando Bernabé. Se presentaron en una junta general las ofertas de compra-venta y su forma de financiación, incomprensiblemente la operación no se hizo, todavía la comparsa permaneció en la sede sita en la calle San Bartolomé hasta que, con la entrada del nuevos siglo, se adquirió la actual sede social sita en la calle els Pins, 5, quedando la antigua de San Bartolomé, como se cita anteriormente, exclusivamente como lugar de alojamiento para la banda oficial de música en fiestas.

CINCUENTENARIO
La comparsa de Moros Nuevos una vez más nos sorprendió y deleitó con su buen hacer festero, en el transcurso de los años hemos visto cómo iba adaptándose a los cambios necesarios en todo colectivo que no quiera quedarse anclado en el pasado, esta formación festera sin perder la tradición, ha modernizado su estructura interna y a sabido transmitir espíritu de colaboración y de familia festera. La organización y desarrollo de los actos conmemorativos del cincuentenario quedaron en la memoria de toda la población de Petrer. Su preparación supuso muchas horas de trabajo, dedicación y esfuerzo de todos los comparsistas y, cómo no, de la comisión responsable de la coordinación de todos los actos. Los directivos de la comparsa años trabajaron con ilusión transmitiendo a grandes y chicos el espíritu festero que siempre ha caracterizado a la comparsa de Moros Nuevos. El año 2000 marcó el camino a seguir hacia el nuevo milenio al que llegarán los hijos, nietos y biznietos de los actuales comparsistas, al igual que ellos llegaron con el legado de esas cincuenta abanderadas, rodelas y capitanes, que hicieron posible que la comparsa celebrase con gran regocijo ese año 2000 en cincuentenario. Además, la comparsa supo cumplir con sus más emblemáticos comparsistas, como han sido Ricardo Villaplana y Joaquín Martínez Chico de Guzmán, nombrados socios de honor de la comparsa. Desafortunadamente Joaquín Martínez, gran festero, no pudo acompañarnos en los actos del cincuentenario, siendo como fueron sus nietos Lorena Juan Martínez, Rodolfo Juan Martínez y Almudena Rico Martínez, abanderada, capitán y rodela respectivamente, de este inolvidable año festero.


Con la entrada del nuevo milenio, con José Ricote Redondo de Presidente y con el impulso moral que supuso la celebración del 50 aniversario de la comparsa, se instauraron nuevas actividades en la comparsa. Se organizó en el Campus, sede actual de la Comparsa Estudiantes, una comida de sobaquillo en vísperas de navidad, la cual dejó de celebrase en 2009. Después de muchos intentos fallidos y constantes reivindicaciones por parte de muchos comparsistas al no tener una sede social en condiciones, ya que la de San Bartolomé se quedaba pequeña para una comparsa con un número de socios tan importante, también se adquirió la actual sede social sita en la calle Els Pins, número 5, local que destaca por su patio de dimensiones considerables, donde la comparsa celebra muchos de los eventos que anualmente organiza. En 2002, hubo cambio de Junta Directiva y fue Juan José Marco Martí “Copo” la persona que tomó el mando, el cual todavía hoy sigue siendo presidente de nuestra comparsa. Tanto en la primera como en la segunda legislatura de su mandato, ha estado respaldado por Juntas Directivas generalmente jóvenes, dando nuevos aires a la comparsa y un trato mucho más cercano. De hecho, se han invertido esfuerzos, aún mas si cabe, para que los Moros Nuevos tengan mas días para hacer comparsa y momentos de convivencia. Prueba de ello, es la cena de la entraeta que se organiza en la sede de la comparsa o los juegos sociales, impulsados tras unos años de desaparición. Durante la Festa dels Capitans, también se celebra una comida de sobaquillo antes de partir hacia la Plaça de Baix en desfile, acompañando al capitán y en 2008, durante este mismo día, se implantó una cena bautizada como “el sopar dels ous fregits”, para poner el fin de fiesta en la comparsa, tras un día tan intenso como es el sábado de la Festa dels Capitans. Celebración que ha tenido hasta nuestros días muy buena aceptación.
Podríamos llenar muchas más lineas hablando de la historia de esta comparsa que en la actualidad cuenta con más de 400 comparsistas y con 20 filàs, 7 de mujeres y 13 de hombres, pero si queremos hacer un breve resumen de los mas de 60 años de historia de los Moros Nuevos, diremos que estamos muy ogullosos de haber contruibuido y seguir contribuyendo a engrandecer, con la historia de nuestra comparsa, la historia de las fiestas de Moros y Cristianos y también la historia de nuestro pueblo, Petrer. Visca Sant Bonifaci!